10 agosto 2007

a- costumbre

Que el despertador suene cada día a las 8 menos cuarto
bañarse 4 veces por semana.
sentarse todos los días en el mismo sitio de la mesa
peinarse para el mismo lado
responder con frases hechas preguntas ni escuchadas
comer pastas los jueves y verduras los lunes
gastar tiempo en cosas que no importan nada
correr para llegar a veces sin saber a donde.
ir al cine los miércoles
respetar normas que no merecen respeto
pasar de largo ante situaciones y personas que sí merecen atención
subirse al micro con la misma cara de nada todas las tardes
desear menos, adormecer el cuerpo más
tirar para delante
controlar hasta el entusiasmo
quedarse callados, no quejarse porque nada va a cambiar
amar y a odiar cada vez menos
casi nunca respirar hondo.
no con salirse de la rutina
dicen que el mundo se cae

Somos animales de costumbre.
Llenos de hábitos que grabamos de tanto repetir
de prácticas que van tomando fuerza de ley.
En carta una señorita en Paris Cortázar dice que las costumbres son la cuota del ritmo que nos ayuda a vivir.

Hay costumbres que nos ayudan a vivir
Y esas son las únicas que está bueno conservar.
Prefiero que me falten todas las otras, las que al fin domestican.
Elijo las lecciones que improviso
Lo que entiendo después de tropezar.
Aunque no he perdido la costumbre de creer en lo que quiero y será por eso que estoy tratando de decir algo sea una buena piedra que mueva el agua del estanque.

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